LA FAMILIA HELADA EN APUROS
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Había una
vez, hace muuuuchos años, en un bonito lugar llamado Ártico, una familia muy
alegre y feliz de icebergs; se llamaba la familia Helada. Vivían alegres
jugueteando todo el día con los animales que habitaban allí: pingüinos, osos
polares... Todos en compañía se divertían y reían hasta que no podían más.
Pero os voy
a contar una historia muy triste...
Hace poco,
los humanos con sus grandes máquinas, ideas, inventos... Decidieron hacer
muchas casas, fábricas, comenzaron a montar en coche, tirar basura al suelo...
Pero no sabían que al realizar estas cosas surgían unos seres malignos:
El
desprendimiento de calor y gases que ocasionaba los coches, las fábricas...
dieron lugar a los Gaseosositos.
Estos seres malignos subían al cielo y el aire los desplazaba por tooooodos los
lugares del planeta, incluso llegaron al Ártico, sí, a la familia Helada.
Gaseositos eran muy pero que muy pequeños y además desprendían mucho calor.
Todas las familias de icebergs, incluso la familia Helada, los respiraban sin
darse cuenta. Pero como os dije antes, los Gaseositos eran unos seres malvados
y una vez que entraban al cuerpo de los icebergs hacía que éstos no pararan de
estornudar. Estornudaron tanto y tan fuerte, que cada vez que lo hacían
desprendían una parte de su cuerpo. Los icebergs cada vez eran más pequeños
¡estaban desapareciendo!
Los humanos
no se daban cuenta de lo que estaba pasando, ni si quiera sabían que muchas
familias de icebergs estaban derritiéndose poco a poco por su culpa. Pero lo
que tampoco sabían es que con la creación de plásticos también se originaban
otros seres malvados: los Plastiqueros.
Estos seres habitaban en los mares, ríos… y se creaban cuando las personas
tiraban estos residuos en estos lugares en vez de reciclarlos. Estos seres
comenzaron a nadar y nadar, hasta llegar al Ártico.
Junto con
los Gaseositos fueron capaces de acabar con todas las familias que habitaban
allí, pero no solo con las familias de icebergs, sino que también acabaron con
cientos de animales. No tenían hogar, estos seres tan peligrosos derritieron
sus casas. Probaron a vivir en otros lugares, pero no era lo mismo… Hacía mucho
calor para ellos.
Poco a poco
todos fueron desapareciendo hasta que no se supo nada de ellos.
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